Wizard of Legend ha sido desarrollado por el pequeño pero talentoso equipo de Contingent99, este juego llegó para ofrecernos una dosis de combate rápido y frenético en mazmorras llenas de enemigos. Fue lanzado en mayo de 2018 y distribuido por Humble Games, lo que ayudó a que llegara a más plataformas y jugadores de todo el mundo.
Vamos a ver en detalle qué hace que Wizard of Legend sea tan especial, desde su jugabilidad hasta su estilo visual y, claro, cómo te mantiene pegado a la pantalla.
La historia de Wizard of Legend es, la verdad, bastante básica. Aquí la trama está más bien como una excusa para llevarte directo a la acción. Eres un mago que participa en las Chaos Trials, una especie de torneo mágico donde si sobrevives y derrotas a todos los jefes, te ganas el título de hechicero legendario. Y… eso es básicamente todo.
La historia no es el fuerte del juego, pero tampoco lo pretende. Está ahí para darte un contexto y nada más. Al final del día, lo que brilla aquí son los hechizos y el combate, no la trama.
La jugabilidad de Wizard of Legend es su mayor virtud. Si te gusta la acción frenética, los momentos intensos y más de 100 hechizos para probar, este juego es para ti. Desde el primer minuto, te das cuenta de que todo está diseñado para que te sientas poderoso y ágil, lo que lo hace súper divertido.
Cada partida puede ser distinta porque puedes cambiar tus habilidades, lo que hace que siempre haya algo nuevo por probar. Además, el sistema de combos, aunque es algo básico, te permite mezclar ataques de una forma muy fluida.
Ahora, eso sí, no es un paseo en el parque. El juego es difícil, y hay momentos en los que te vas a frustrar, sobre todo si te enfrentas a jefes o enemigos que no te dan ni un respiro. Tienes que aprender a moverte rápido, esquivar y usar bien tus hechizos, porque si no, te fulminan. Es de esos juegos donde "fácil de aprender, difícil de dominar" se aplica a la perfección.
Lo único que puede llegar a cansar un poco es que, después de varias partidas, las mazmorras y los enemigos se sienten algo repetitivos. A veces parece que solo cambia el orden de los escenarios o los enemigos, pero no es un gran problema, ya que, después de intentarlo más de 30 veces y completar el juego, nunca tuvimos la sensación de querer dejarlo por lo repetitivo que era. Simplemente lo intentábamos de nuevo con nuevas builds y con más ganas de derrotar al jefe final.
En la mayoría de plataformas, Wizard of Legend funciona bien y se siente fluido. El juego está diseñado para ofrecer un ritmo rápido, con combates intensos que requieren movimientos y respuestas instantáneas. Sin embargo, en Nintendo Switch (que es una plataforma popular para este tipo de juegos indie), el rendimiento sufre bastante. Aunque es un juego que visualmente no debería demandar tanto, las bajadas de FPS son notables, sobre todo en situaciones donde la pantalla está llena de enemigos y hechizos explotando al mismo tiempo.
Otra cosa que no ayuda mucho en Switch son los tiempos de carga. Aunque no son eternos, son un poco más largos de lo que te gustaría para un juego que debería ser dinámico. Entre las transiciones de mazmorras, a veces se siente un pequeño "tirón" en el flujo del juego.
Un punto interesante es el multijugador local, que añade una capa extra de diversión, pero también pone a prueba el rendimiento. Cuando juegas en cooperativo, especialmente en la Switch, los problemas técnicos se acentúan. Con dos jugadores lanzando hechizos a la vez y enfrentando a muchos enemigos, las bajadas de FPS son aún más notorias. Esto se vuelve un poco frustrante porque el cooperativo debería ser una de las mejores experiencias del juego, pero el rendimiento puede hacer que te lo pienses dos veces antes de invitar a alguien a jugar.
En cuanto a los controles, son bastante precisos en general, pero el input lag se siente más evidente en la Switch. Esto no es un problema en todas las plataformas, pero en la Nintendo Switch puede que, en ciertos momentos, sientas que tu personaje no responde al instante a tus comandos, lo que es crucial en un juego tan rápido. Este retraso en la respuesta afecta el ritmo de los combates y puede hacerte fallar esquivas o lanzamientos de hechizos en momentos clave.
En resumen, el apartado técnico de Wizard of Legend está un poco descuidado, especialmente en la Nintendo Switch, donde el rendimiento sufre más de lo que debería. Las bajadas de FPS, tiempos de carga más largos de lo esperado, y ciertos problemas de optimización en general, te deja sin una experiencia que debería ser ágil y fluida. Si lo juegas en PC o consolas más potentes, notarás un rendimiento muchísimo más estable, pero si tu única opción es la Nintendo Switch, prepárate para tener paciencia con algunos tirones que definitivamente no hacen justicia a la velocidad y precisión que este juego demanda.
Wizard of Legend es uno de esos que te agarra con su estilo retro en pixel art y te hace sentir como si estuvieras jugando un clásico moderno. Desde el primer vistazo, queda claro que no es un juego que aspire a gráficos hiperrealistas, sino que apuesta por ese look nostálgico que, la verdad, le va muy bien.
Cada hechizo que lanzas tiene su propio diseño visual y la verdad es que están súper bien logrados. Los colores y las animaciones de los ataques te hacen sentir que dominas la magia a la perfección. Y como hay tantos hechizos diferentes, se nota el trabajo que le pusieron a hacer que cada uno se vea distinto. El fuego es intenso y agresivo, el hielo tiene esa sensación de congelar el aire, y la electricidad chisporrotea de una manera súper satisfactoria.
Además, el diseño de personajes es simple pero efectivo. No es que sean los personajes más detallados que vas a ver, pero tienen ese estilo pixel art que les da personalidad. Los enemigos, en particular, están bien diseñados para que puedas distinguir fácilmente qué tipo de amenaza representan. Los jefes, en especial, se ven impresionantes dentro de este estilo y destacan del resto de los enemigos.
Ahora, las cosas que podrían haber sido mejor. La repetitividad es un problema. Si bien los entornos tienen temáticas diferentes, al rato de jugar empiezan a sentirse un poco repetitivos. Los diseños de las mazmorras no cambian demasiado y, después de unas cuantas partidas, todo empieza a parecer un "más de lo mismo". La variedad de escenarios se queda un poco corta, y eso afecta la frescura visual del juego. Sientes que estás recorriendo los mismos pasillos una y otra vez, solo con algunos cambios de color o decoraciones.
Aunque el pixel art tiene su encanto, no está al nivel de otros juegos que han sabido sacarle más jugo a este estilo. No es que sea malo, pero podría haber tenido un poquito más de detalle y creatividad en los entornos y personajes secundarios. Se siente que apostaron por lo funcional y no por lo espectacular. Eso está bien si el foco está en la jugabilidad, pero al final del día, algo más de "wow factor" visual habría sido bienvenido.
El sonido de Wizard of Legend es, honestamente, uno de esos que cumple, pero no es nada que te vaya a volar la cabeza. O sea, no es malo, pero tampoco es algo que te vayas a acordar mucho tiempo después de haber apagado la consola.
Los efectos de sonido están bien logrados. Cada hechizo tiene su propio sonido, y aunque no son los más épicos que hayas escuchado, hacen que sientas el impacto de tus ataques.
Los sonidos de los enemigos y los jefes también están decentes y te hacen sentir la intensidad de los combates. No hay nada fuera de lugar o que se sienta mal hecho, simplemente hacen su trabajo sin mucho alarde.
Ahora, la parte floja: la banda sonora. Aquí es donde el juego se queda corto. La música de Wizard of Legend es… digamos, funcional, pero muy olvidable. Es de esas bandas sonoras que están ahí de fondo y no te molestan, pero tampoco te atrapan en su epicidad. Acompaña la acción, pero después de un rato, te das cuenta de que ni siquiera te has dado cuenta de que estaba sonando algo.
La falta de variedad en la música también es un problema. Como en los escenarios, después de un tiempo empieza a sentirse repetitiva. Las pistas no tienen grandes cambios de ritmo o tono que te mantengan emocionado, y eso puede hacer que las sesiones de juego más largas se sientan algo monótonas en lo auditivo. Un poco más de creatividad o intensidad en la música no hubiera estado mal para que los combates y las mazmorras se sintieran más épicos.
El multijugador local de Wizard of Legend tiene su encanto, pero también sus cosillas que podrían mejorar.
Si lo juegas con un amigo, te lo pasas bomba. El caos en pantalla, la cooperación para sobrevivir a oleadas de enemigos traicioneros y los poderes que cada quien usa se complementan muy bien. No te tienes que complicar la vida con configuraciones raras. Prácticamente conectas el segundo mando, seleccionas a tu personaje y ¡listo! A pelear.
Ahora, cuando hablamos de optimización, podemos decir que es más bien mediocre. No es que el juego esté roto o no funcione bien, pero cuando juegas en local, sobre todo si te mueves mucho y hay muchos enemigos, se puede notar una leve caída en el rendimiento. No es grave, pero en consolas o PC menos potentes, lo puedes notar. Además, cuando ambos jugadores están en extremos opuestos de la pantalla, moverse y esquivar bien se vuelve complicado por la falta de espacio.
La verdad es que no es un juego que venga a revolucionar el género ni a hacer algo súper novedoso que no hayamos visto antes. Wizard of Legend toma varios elementos que ya conocemos bien de los juegos roguelike y los junta en un paquete bastante sólido, pero no es que haga algo radicalmente nuevo.
La estructura de las mazmorras, la progresión roguelike y el formato de jefes a los que te enfrentas son cosas que hemos visto muchas veces antes. De hecho, si has jugado otros juegos del estilo, ya sabes exactamente lo que te vas a encontrar. Tienes escenarios generados aleatoriamente, mueres y vuelves a empezar, y tienes que enfrentarte a jefes duros para avanzar.
Si estás buscando algo que revolucione el género o te sorprenda con ideas totalmente nuevas, este no es ese tipo de juego. Es más un título que hace lo que sabe hacer, y lo hace bien, pero no llega a ser innovador en el sentido más puro de la palabra.
La duración de Wizard of Legend es un tema interesante, porque depende mucho de cómo lo juegues. Si hablamos estrictamente de pasarte el juego y vencer a los tres jefes principales y el jefe final del juego en una sola partida exitosa, no es un juego largo. Una run completa puede durarte, siendo bueno y con algo de suerte, unas 2 a 3 horas. Suena corto, ¿no? Pero ahí es donde entra la magia del género roguelike: morir y volver a empezar es parte del trato, así que esas dos o tres horas van a alargarse mucho más.
La verdadera duración de Wizard of Legend está en cuántas veces vas a fallar antes de lograr una victoria. Este juego no es fácil, y probablemente vas a tener que hacer decenas de intentos antes de llegar al final y convertirte en el hechicero legendario. Y como los hechizos son tan personalizables, también está el incentivo de probar diferentes combinaciones y estrategias en cada run. Esto puede extender la duración del juego fácilmente a unas 20 o 30 horas o más, dependiendo de qué tan bueno seas o de cuánto te guste experimentar.
Después de todo lo que hemos hablado, la conclusión sobre Wizard of Legend es bastante clara: Es de esos juegos que, si te encanta la acción rápida y los roguelikes, te va a tener enganchado por un buen rato, pero también tiene sus limitaciones.
Wizard of Legend es perfecto para los fans de los roguelikes que disfrutan de una buena rejugabilidad y que están dispuestos a morir una y otra vez para mejorar. Si te gusta la idea de personalizar tu estilo de juego con diferentes hechizos y objetos, te va a encantar. Pero si eres de los que necesita variedad constante o una experiencia más pulida técnicamente, puede que te frustre un poco. Al final, es un juego que, sin ser perfecto, tiene el potencial de ser muy divertido si sabes lo que te espera.