Análisis de The Legend Of Zelda: Echoes of Wisdom (Nintendo Switch)

Ahora nos toca sumergirnos en The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, que salió el 26 de septiembre de 2024. Este juego continúa la legendaria serie que ha estado capturando la imaginación de los jugadores durante más de tres décadas. Desarrollado por Grezzo junto con el equipo interno de Nintendo que maneja las entregas más icónicas, y también distribuido por Nintendo, este juego trae muchas promesas.

Vamos a repasar todo, pero sin spoilers, empezando por la historia y luego la jugabilidad, donde exploraremos cómo se sienten los controles, el ritmo, y el flujo de la aventura. Después, revisaremos el apartado técnico para ver si cumple con las expectativas. Luego, toca el aspecto artístico, viendo cómo este mundo visual se conecta con el universo de la saga. Y por último, entraremos en el apartado sonoro, cubriendo desde la música hasta los efectos y la ambientación auditiva, siempre un punto fuerte de Zelda. ¡Empecemos!

Una historia que rompe con lo establecido en la saga

Echoes of Wisdom nos trae de vuelta al alucinante y enorme mundo de Hyrule, lleno de misterios, retos y esa vibra aventurera tan única que la saga ha sabido mantener por años.

Lo interesante es que ahora nos metemos más de lleno en la mitología de los sabios. Antes veíamos a los sabios como personajes simbólicos, pero aquí son algo más; tienen contexto, más humanidad, y están conectados directamente con los eventos actuales.

Este enfoque le da un giro interesante al juego: Zelda se convierte casi en una detective, desenredando profecías, leyendas y secretos. La trama juega mucho con el misterio, haciéndote sentir como un arqueólogo que va descubriendo ruinas, pergaminos y figuras llenas de significado oculto.

Otro punto a destacar es cómo explora temas de destino y libre albedrío. Sabemos que Link siempre es “el elegido” y muchas veces parece que no tiene opción. Pero en este juego, la historia toma otro rumbo, mostrando cómo los protagonistas se enfrentan a cuestiones de identidad y destino: ¿hasta dónde deben seguir el camino que otros han trazado para ellos? Esto añade un toque más profundo a la historia y hace que los personajes se sientan más humanos y vulnerables.

Y finalmente, en Echoes of Wisdom también hay una reflexión sobre los ciclos y romper esos patrones que hemos visto desde Skyward Sword. Aquí no solo estamos ante otro título de aventuras, sino ante una exploración de por qué los personajes parecen estar atrapados en estos ciclos. ¿Es una maldición, una elección o el precio de mantener el equilibrio de poder? Son preguntas que el juego aborda de una forma que, sorprendentemente, te puede llegar al corazón y hacerte pensar.

Una jugabilidad que mezcla lo mejor de los Zelda clásicos con los modernos

Aquí seguimos con esa onda de exploración gigante que tanto nos flipó en Breath of the Wild y Tears of the Kingdom, donde sientes que puedes ir a donde te dé la gana desde el primer minuto. Pero esta vez, el mundo no es tan de “haz lo que quieras y ya”, sino que te guía un poco más hacia ciertos lugares clave. Hay pistas y “ecos” que te llevan a sitios importantes para avanzar en la historia o conseguir objetos útiles. Esto le mete más ritmo a la exploración sin quitarte la libertad, evitando que te pierdas dando vueltas sin rumbo fijo.

El combate está súper bien pulido y mezcla estrategia con acción. No es solo ir a dar espadazos sin pensar; muchos enemigos tienen patrones y puntos débiles que puedes aprovechar. Si usas tus habilidades y herramientas de manera creativa, puedes vencerlos más rápido o de forma más efectiva. Eso sí, los enemigos no están regados por todos lados; aquí los enfrentamientos se sienten más “planeados”. Cada combate es como un mini-reto, y le da un toque estratégico que te hace pensar bien cómo atacar.

Los puzles en Echoes of Wisdom son de los más ingeniosos hasta ahora. Te hacen usar varias habilidades al mismo tiempo para resolverlos. Algunos acertijos son bastante desafiantes y te obligan a experimentar, así que la satisfacción cuando los resuelves es genial. Es de esos juegos que te da la sensación constante de estar descubriendo algo nuevo, y eso engancha muchísimo.

En cuanto a las mazmorras, le hacen un guiño a las entregas clásicas, pero con la libertad de los juegos más recientes. En lugar de seguir un orden lineal, puedes entrar y salir, explorar en el orden que quieras. Cada una tiene su propio tema, retos únicos y jefes que se sienten diferentes. Es como si lograran el equilibrio perfecto entre la nostalgia de las mazmorras lineales y la libertad que queremos hoy en día. Así que, si eres fan de los acertijos y los desafíos complejos, aquí vas a disfrutar un montón.

Hablando del ritmo, el juego empieza con calma, dándote espacio para explorar el mundo, descubrir algunos secretos y familiarizarte con las mecánicas. Te ayuda a sumergirte en el ambiente y a conocer la historia, los personajes y el lore sin prisas. Luego, cuando vas avanzando y te metes de lleno en la trama principal, la cosa se acelera, pero sin abrumarte con demasiada info.

Las misiones secundarias están bien manejadas; no te llenan de misiones extra al punto de abrumarte. Más bien, aparecen de forma natural mientras exploras o hablas con los personajes. Esto te permite enfocarte en la historia principal si quieres, pero también puedes tomar estos desvíos cuando te apetezca algo diferente.

Y algo genial es el ritmo de recompensas. Si te tomas el tiempo para explorar, casi siempre encuentras algo chulo: desde armas únicas y mejoras para tus habilidades hasta piezas de historia que añaden profundidad a la trama. Esta consistencia en recompensas hace que el ritmo se mantenga interesante, porque nunca sientes que estás vagando sin sentido; siempre hay una sensación de progreso constante.

Técnicamente, es muy sorprendente en casi todo momento

Arrancando con el rendimiento, la verdad es que, para ser un mundo abierto, el juego corre bastante bien, especialmente considerando el tamaño y la complejidad del mapa. La mayoría del tiempo mantiene una buena tasa de fotogramas. No es que sea perfecto; de vez en cuando hay algún bajón de frames, sobre todo en zonas con mucho detalle o cuando hay un montón de efectos en pantalla. Pero no es algo que decepcione ni nada; son momentos puntuales, a menos que te pongas a hacer locuras a propósito. En general, la estabilidad es sólida: cero crasheos ni errores graves, lo cual siempre se agradece.

Algo que suma mucho es lo rápidas que son las transiciones entre zonas, casi sin tiempos de carga molestos. Cuando te mueves de un lugar a otro o entras a mazmorras, todo es fluido, lo cual es un alivio, especialmente en un juego donde andas explorando constantemente. Esto también ayuda a mantener la inmersión porque no te cortan el rollo cuando cambias de zona. Hyrule realmente se siente como un mundo continuo.

La distancia de dibujado (o sea, hasta dónde puedes ver los detalles del entorno sin que desaparezcan) está bastante bien. A veces notas que ciertos elementos, como árboles o detalles lejanos, cargan un poquito tarde, pero está bien manejado y no molesta. Lo que necesitas ver, lo ves, así que no afecta el gameplay.

La inteligencia artificial de los enemigos te hace pensar un poco cómo enfrentarlos, pero tampoco es que sean unos genios ni que tengan un montón de ataques distintos. Hacen su trabajo, y aunque algunos tienen sus trucos para sorprenderte, en general son bastante predecibles después de un rato. No es que esto le quite diversión, pero una pizca más de variedad no habría venido mal. Los NPCs, por su parte, tienen sus rutinas y actúan de forma convincente, aunque su IA tampoco es nada del otro mundo.

En cuanto a la resolución, se ve bastante nítido. Los detalles están bien cuidados, y tanto los personajes como los escenarios se ven sólidos. No vas a encontrar texturas borrosas ni elementos que se sientan fuera de lugar; todo se ve bastante bien integrado. Ahora, siendo sinceros, no es una maravilla técnica revolucionaria, pero para la consola en la que está, aprovecha al máximo el hardware y el nivel de detalle encaja bien con lo que puede ofrecer.

Un arte que transmite pura fantasía con ese toque cel-shading

Aquí siguen con ese estilo colorido y pintoresco que ya vimos en los últimos juegos de la saga, especialmente en Breath of the Wild y Tears of the Kingdom. Con un cel-shading fantasioso, casi como si estuvieras dentro de una pintura que cobra vida. Todo tiene un toque mágico: desde los cielos enormes y las montañas a lo lejos hasta los detallitos en cada aldea o mazmorra. No intenta verse como la vida real, sino más como un cuento de hadas épico, y le queda de lujo.

Los personajes principales tienen una estética que mezcla lo heroico con lo humano. Sus expresiones, movimientos y trajes reflejan tanto la cultura de Hyrule como el tono de la historia. Los NPCs también son variados y únicos; cada uno parece tener su propia historia solo con cómo se ven y visten. ¡Y los enemigos no se quedan atrás! Algunos diseños nuevos de monstruos y criaturas se ven amenazantes y místicos al mismo tiempo, lo cual encaja perfecto en este mundo.

Cada zona tiene su propia onda y una paleta de colores que le da personalidad. Tienes desde bosques frondosos hasta desiertos polvorientos, montañas impresionantes y mazmorras llenas de misterio. Las mazmorras, en especial, han mejorado un montón en diseño visual; cada una tiene su propio tema y se siente diferente, tanto en atmósfera como en arquitectura. Y los pequeños detalles, como la luz del sol entre los árboles o la niebla en las montañas, hacen que cada rincón se sienta vivo y mágico.

Los objetos y armas no son solo herramientas; tienen su propia personalidad visual. Cada artefacto tiene detalles que reflejan su origen y función. Las armas antiguas, por ejemplo, se ven rústicas, mientras que los artefactos mágicos brillan con un toque sobrenatural. Esto hace que encontrar una nueva arma o artefacto sea emocionante, como si encontraras un tesoro con historia detrás.

El arte hace que esta entrega se sienta como una aventura de fantasía clásica, pero con un estilo único y reconocible. No busca ser realista, sino crear un mundo que parece sacado de un cuento épico. Visualmente, te engancha desde el primer momento, y ese estilo artístico le da una personalidad que es imposible no amar.

Lo único que podría mejorarse es que algunos NPCs se repiten en apariencia, algo que ya pasaba en Breath of the Wild y Tears of the Kingdom. No es un gran problema, pero es un detalle que la saga podría pulir un poquito más.

Una música y efectos de sonido que te meterán de lleno en el juego

Lo primero que te atrapa (o mejor dicho, te envuelve) es cómo usan la música para meterte de lleno en el mundo de Hyrule. En lugar de canciones intensas o melodías que se repiten hasta el cansancio, aquí la música es suave, tranquila y está ahí para acompañarte, no para robarse el protagonismo. Mientras caminas por los prados o exploras, escuchas melodías sutiles que parecen saber cuándo mantenerse en segundo plano y cuándo resaltar un poco más. Esto hace que explorar sea algo súper relajante, casi meditativo, porque la música va totalmente de la mano con lo que estás viendo. Y claro, en los pueblos hylianos suena alguna que otra melodía clásica de la saga, pero en el resto de lugares, la música suele ser más calmada.

Cuando la cosa se pone intensa o te toca una pelea seria, ahí sí que le suben el volumen. Las batallas importantes vienen acompañadas de temas épicos que te ponen la piel de gallina al instante. Es música orquestal que le da un peso brutal a los momentos clave de la historia. Y ni hablar de las canciones de los jefes, esas que te quedas tarareando después de jugar porque tienen una energía brutal y te meten de lleno en la acción.

Los efectos de sonido también están a otro nivel. Cada golpe de espada, cada hechizo, cada objeto tiene su sonido propio, y se nota el cariño que le han puesto a esto. Por ejemplo, el sonido de los ataques tiene un peso que hace que se sienta súper satisfactorio cuando das un buen golpe. Y hasta en los detalles más pequeños se nota: cuando caminas sobre diferentes tipos de terreno, los pasos cambian; en la arena suena más suave, y en la piedra es un sonido más seco. Esto hace que te sientas realmente en el lugar, porque los sonidos van perfecto con lo que estás haciendo.

Luego, hay zonas, como las grietas, donde el silencio es el protagonista. Solo escuchas algunos efectos de sonido aislados, y ese silencio le da un toque de misterio o tensión que te pone en alerta, como si te dijeran: “aquí puede pasar algo grande en cualquier momento”. Es un recurso sencillo, pero súper efectivo.

Aunque Link sigue siendo el héroe callado, los demás personajes se expresan con sus propios sonidos: hay grititos, suspiros, risas y sonidos que les dan personalidad. Esto hace que los personajes se sientan más vivos y carismáticos sin tener que meterse en diálogos largos.

Innovación, o mejor dicho, una evolución dentro de su universo

Hablando de innovación, hay que ser claros: aquí no hay un cambio radical ni algo que te vuele la cabeza en comparación con lo que ya conocemos de la saga. En cuanto a mecánicas y estilo, no es un salto gigante como lo fue Breath of the Wild, que rompió moldes con su mundo abierto tan revolucionario. En esta entrega, Nintendo ha preferido ir a lo seguro y mejorar lo que ya funciona en lugar de lanzarse a algo totalmente nuevo.

¿Novedades? Pues sí, hay algunas cosillas frescas, como las réplicas, que le dan un toque interesante. Añadieron nuevas habilidades y objetos que hacen la jugabilidad más rica, pero no es algo que rompa el esquema ni cambie drásticamente la experiencia. La exploración sigue siendo clave, y aunque Hyrule es enorme, no estamos ante una reinvención del concepto. También hay algunos puzles y mecánicas de combate que se sienten frescos, pero, en el fondo, no son tan distintos de los que ya hemos visto en otros juegos de la saga.

En pocas palabras, Echoes of Wisdom no va a cambiar el rumbo de la saga ni va a revolucionar el mundo de los videojuegos. Es más una evolución de lo que ya conocíamos que una revolución. Y aunque eso podría sonar como algo negativo, en realidad no lo es. Cumple con lo que promete: una aventura entretenida, bien pulida y con algunos detallitos nuevos, pero sin romper demasiado lo que ya sabemos y amamos de la serie.

¿Cuánto dura The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom?

La duración está bien balanceada y puede variar bastante según cómo decidas jugar. Si eres de los que va directo a lo principal, puedes terminarlo en unas 20 a 25 horas. Es una duración bastante estándar para un juego de aventuras de este estilo, y te permite disfrutar de la historia sin que se sienta eterno.

Ahora, si eres de los que se pierde en cada rincón, resuelve todos los puzles, busca secretos, completa las misiones secundarias y encuentra todos los coleccionables (que, ojo, hay un montón), el tiempo de juego se puede ir fácilmente a 40-50 horas o más. Hyrule está lleno de sitios para explorar y cosas por descubrir, así que si te enganchas, tienes contenido de sobra para mantenerte ocupado un buen rato.

Conclusión:

Para cerrar este análisis, esta nueva entrega de la famosa saga de Nintendo nos da una experiencia clásica con algunos retoques frescos. El juego apuesta por la exploración en el vasto mundo de Hyrule, donde controlamos a Zelda en una misión llena de aventuras, puzles y combates. La historia está entretenida; no reinventa la saga, pero mantiene ese toque mágico y misterioso que tanto nos gusta.

La jugabilidad se siente fluida, con controles fáciles de agarrar y un ritmo que te mantiene enganchado. El combate es satisfactorio, y en lo técnico, el rendimiento es sólido en general, aunque hay algún que otro detallito visual y bajones de framerate en ciertas situaciones. Artísticamente, tiene un estilo visual atractivo, aunque en algunos aspectos, como los diseños de enemigos y NPCs secundarios, puede sentirse algo repetitivo. El apartado sonoro está muy bien logrado, con música épica y efectos ambientales que realmente suman a la atmósfera del juego.

Así que, aunque no sea lo más innovador de la serie, logra ofrecer una experiencia súper disfrutable y coherente que te atrapa de principio a fin.

Valoración final de The Legend Of Zelda: Echos of Wisdom

Historia

8

Jugabilidad

9

Apartado Técnico

8.5

Apartado Artístico

9

Apartado Sonoro

8.5
8.6

Nota Total

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