Análisis de Pokémon Escarlata y Púrpura (Nintendo Switch)

Pokémon Escarlata y Púrpura son los primeros juegos de mundo abierto de la saga principal de Pokémon, lanzados para Nintendo Switch en 2022, desarrollados por la compañía que ha estado a cargo de esta saga desde siempre, Game Freak, y distribuidos por Nintendo.

Vamos a echarle un vistazo a todo lo que hace que Pokémon Escarlata y Púrpura sean lo que son, desde su historia, jugabilidad y el mundo abierto, hasta cómo se ven, se escuchan y qué tan innovadores realmente son. Hablaremos de los aspectos técnicos (que tienen tela), lo artístico y cómo se siente explorar Paldea, además de cuánto dura el videojuego.

Así que, dicho todo esto, empezamos con el análisis.

Tres historias que terminan en una sola

La historia de estos juegos, a diferencia de entregas anteriores, se basa en un mundo semiabierto ambientado en la región de Paldea, claramente inspirada en España. Los personajes se embarcan en una aventura dentro de una academia Pokémon que les permite explorar tres historias principales: el Camino del Campeón, la Vía Stardust y el Sendero Legendario. Esto es algo diferente a lo que solíamos ver, donde la trama era lineal y seguía una ruta fija de gimnasios.

Aunque al principio puede descolocarte un poco eso de poder elegir tu propio camino, al final te da la sensación de estar realmente en una aventura personalizada, donde cada jugador experimenta el mismo videojuego de forma diferente.

Ahora, resumiendo las tres historias, tenemos:

  1. El Camino del Campeón: Lo que siempre hemos tenido en los juegos de Pokémon: ir de gimnasio en gimnasio enfrentando a líderes hasta llegar a la Liga Pokémon. Pero esta vez tienes de mentora a Mencía, una entrenadora súper entusiasta (quizá hasta un poco demasiado) que siempre está deseando luchar contigo. No es la historia más innovadora, pero sigue siendo parte del ADN de Pokémon, así que se disfruta.
  2. Vía Stardust: Aquí, el foco está en el Team Star, que en lugar de ser los típicos villanos que intentan dominar el mundo, son más bien un grupo de marginados que dejaron la academia para formar sus propios «clubes de rebeldes». Es curioso porque, en lugar de verlos como los malos de turno, llegas a entender por qué actúan así. Es casi como si estuvieras ayudando a resolver un conflicto escolar.
  3. El Sendero Legendario: En este camino, te unes a Damián, un chico obsesionado con buscar Pokémon titanes para obtener ingredientes que ayuden a curar a su Mabosstiff, su perro Pokémon enfermo. Es probablemente la historia más emotiva del juego, ya que poco a poco ves cómo su motivación es algo muy personal y genuino. Te llega al corazón.

Eso sí, llegado a cierto punto, como ocurre con otros videojuegos, una vez que completemos las tres historias, todas ellas se unirán en una historia principal centrada en el Área Cero, un lugar misterioso lleno de Pokémon extraños. Aquí es donde la trama del juego (sin contar el Sendero Legendario) realmente se pone interesante. Descubres que la academia oculta un gran secreto, y que los profesores de la academia (uno u otro dependiendo de la versión) están involucrados en algo más oscuro. Hay una especie de máquina del tiempo en juego, trayendo Pokémon de otras eras (del pasado en Escarlata y del futuro en Púrpura), lo cual está relacionado con la aparición de criaturas poderosas.

En resumen, aunque mantiene el espíritu clásico de Pokémon, se atreve a ser más abierto. Es un buen balance entre la nostalgia y la innovación, pero no es perfecto. A veces se queda corto en ritmo o en el desarrollo de personajes secundarios.

Jugabilidad en un «mundo abierto»

Lo primero que te llama la atención es que Pokémon Escarlata y Pokémon Púrpura son los primeros juegos principales de la saga en intentar el concepto de mundo abierto. Puedes explorar Paldea como quieras, sin seguir una ruta fija, lo que suena increíble en papel. La idea es que te suelten en este mundo y tú decidas por dónde ir: ya sea enfrentarte a los gimnasios, hacer misiones con el Team Star o buscar a los Pokémon titanes. Es como decir: «Ve y haz lo que quieras, tú mandas».

Pero aquí está el detalle: no hay escalado de niveles, es decir, los Pokémon y los gimnasios no se ajustan a tu progreso. Puedes ir de cabeza a un gimnasio fuerte al principio y te derrotan en segundos, o llegar al final con Pokémon súper nivelados y sentirte invencible. Entonces, aunque el mundo es «abierto», en realidad te toca seguir un orden para no sentirte tan fuera de lugar.

Otra novedad es la posibilidad de usar a Koraidon o Miraidon (dependiendo de tu versión) como un Pokémon para montar. Ya no tienes la bici; ahora tienes a estos bichos legendarios que pueden correr, nadar, planear… Al principio, esto es muy útil para moverte rápido por el mapa, y poco a poco van mejorando sus habilidades. Se siente similar a lo que vimos en Leyendas Arceus, pero aquí es un solo Pokémon que hace todo.

Es divertido poder recorrer distancias largas, aunque podría ser más entretenido si el juego no sufriera problemas de rendimiento, sobre todo cuando planeas con la montura.

En cuanto al sistema de combate, sigue siendo el típico por turnos que conocemos desde hace años. Sin embargo, la novedad aquí es la Teracristalización, una mecánica donde los Pokémon cambian de tipo temporalmente en combate y se ven cubiertos de cristales brillantes. En lo personal, somos más fans de las megaevoluciones por sus diseños más épicos y el mayor poder que otorgan a los Pokémon, aunque si eres un jugador competitivo, esta nueva mecánica añade un componente más estratégico a los combates.

En cuanto a la exploración del mundo, explorar Paldea es divertido, en gran parte porque puedes encontrarte con Pokémon en estado salvaje. Ya no hay que meterse en la hierba alta y esperar a ver qué sale; ahora los Pokémon están ahí, a la vista, corriendo o caminando por todos lados, lo que le da al juego un toque más realista.

El coleccionismo sigue siendo el alma del juego, y con más de 400 Pokémon para atrapar, los completistas tendrán mucho con qué entretenerse. Sin embargo, puede ser frustrante que no esté la gran mayoría de Pokémon. Desde Pokémon Espada y Escudo se redujo bastante la Pokédex, y aunque con los DLCs han expandido la Pokédex, no llega al nivel de las entregas de Nintendo 3DS.

Si lo comparamos con otros RPGs de mundo abierto, el juego carece de muchas misiones secundarias memorables. Esto se nota al compararlo con otros juegos del mismo género, donde siempre hay algo interesante ocurriendo en cada esquina.

En conclusión, respecto a la jugabilidad de Pokémon Escarlata y Pokémon Púrpura, vemos que la saga está en la dirección correcta, aunque aún no ha alcanzado la perfección. El mundo abierto y la Teracristalización son buenas ideas, pero la ejecución a veces se siente incompleta. Aun así, si te gustan los juegos de Pokémon, hay mucho que disfrutar, especialmente si te atraen las mecánicas de coleccionar, explorar y entrenar. Eso sí, no esperes un mundo abierto al nivel de juegos como Zelda: Breath of the Wild.

Multijugador y conexión online

El juego tiene un modo multijugador cooperativo que te permite explorar el mundo con tus amigos. Esto suena increíble, pero en la práctica no hay mucho que puedas hacer juntos, más allá de recorrer el mapa o hacer incursiones. Está bien, pero podría haberse explotado más esa idea, permitiendo realizar la campaña de manera cooperativa.

Además, las incursiones teracristal son similares a las raids de Pokémon Espada y Escudo. Puedes hacerlas en solitario o en grupo, y te enfrentas a un Pokémon con teracristalización. Son divertidas, pero a veces las animaciones se hacen algo largas.

Como ya es costumbre en la saga, tenemos los típicos combates online, intercambios, regalos misteriosos, etc., con poca innovación, o casi ninguna, respecto a los demás juegos de la serie.

Técnicamente, de lo peor que hemos visto en la saga principal

Lo primero que notas es que los gráficos no están a la altura de un juego lanzado en 2022. Pokémon es una de las franquicias más grandes del mundo, así que uno esperaría que el apartado visual estuviera a otro nivel. Sin embargo, aquí se siente como si estuvieras jugando a un juego de la Wii o GameCube. De hecho, nos atreveríamos a decir que hay juegos de esa generación que, si los ponemos en HD, como el remaster de Zelda: Skyward Sword, se ven incluso mejor que Pokémon Escarlata y Púrpura.

Las animaciones de los Pokémon y los personajes son bastante básicas. No hay mucha fluidez y, a veces, las animaciones de batalla se ven torpes, como si los movimientos de los personajes no estuvieran bien sincronizados. Además, en algunas batallas, las animaciones de los ataques parecen recicladas de juegos anteriores.

El rendimiento es, sinceramente, el punto más flojo del juego, como ya habíamos mencionado en la jugabilidad. Pokémon Escarlata y Púrpura presentan problemas de rendimiento que son difíciles de ignorar.

El framerate es inestable a más no poder. Cuando estás explorando Paldea y hay muchos Pokémon en pantalla, los frames caen de manera brutal. Se nota mucho cuando estás en zonas abiertas o cuando intentas moverte rápido con tu montura. Hay momentos en que los personajes a lo lejos empiezan a moverse como si fueran muñecos de papel: súper lentos y con saltos en los movimientos.

El pop-in (cuando los elementos del escenario aparecen de la nada) es de los peores que he visto en la franquicia. Estás caminando por ahí y, de repente, aparecen Pokémon salvajes o elementos del escenario de la nada. Esto rompe totalmente la inmersión y, a veces, incluso te frustra cuando intentas capturar algo y no lo ves hasta que estás demasiado cerca.

Otro problema son los bugs. No es que sean catastróficos, pero sí hay momentos en los que te encuentras con personajes que se quedan flotando en el aire, sombras que parpadean o Pokémon que se mueven de forma extraña. Todo esto te saca del juego y te deja pensando: «¿De verdad nadie se dio cuenta de esto antes de lanzarlo?»

Entendemos que la Nintendo Switch no es una consola súper potente, y que Pokémon nunca ha sido conocido por sus gráficos realistas, pero incluso para los estándares de la Switch, Pokémon Escarlata y Púrpura están muy por debajo de lo que podrían haber logrado. Juegos como Breath of the Wild o Xenoblade Chronicles demuestran que la consola puede manejar entornos grandes y detallados sin tantos problemas. Aquí parece que simplemente no optimizaron bien el juego o no se preocuparon por pulir esos detalles técnicos que hacen una gran diferencia.

Es una lástima que, por culpa de todo esto, un juego que podría haber sido memorable en cuanto a lo jugable y lo técnico se haya visto opacado, dejándonos un mal sabor de boca.

Un arte que capta bien lo que es España

Lo primero que salta a la vista es que Paldea, la nueva región, está claramente inspirada en España y toda la zona mediterránea. Esto se refleja en muchos detalles: los pueblos con casas blancas y techos de tejas rojas, las plazas con fuentes en el centro y hasta los paisajes con colinas y campos de girasoles. También hay zonas más desérticas que recuerdan a Almería o Castilla-La Mancha, y otras más costeras que parecen sacadas de la Costa Brava.

Ese toque mediterráneo es bastante refrescante y le da personalidad a la región. Incluso el arte de los personajes tiene algo de esa esencia española, como las vestimentas más veraniegas y los uniformes de la academia, que parecen salidos de una escuela europea.

Realmente sientes que estás en una región diferente, con su propio estilo, y no es solo una versión más genérica de otros juegos de Pokémon. El diseño de las ciudades y los pueblos están bien logrados, aunque a veces se siente que podrían haber aprovechado más la temática. Aun así, la idea de explorar una versión “pokémonizada” de España es divertida y te mete de lleno en su ambiente.

Los personajes principales están bastante bien diseñados. Tenemos a Mencía, siempre llena de energía y con una sonrisa gigante, lo que se refleja en su look fresco y colorido. Luego está Damián, con un diseño más relajado y medio desaliñado, acorde a su personalidad tranquila pero con un trasfondo emotivo. Los profesores (Turo en Púrpura y Albora en Escarlata) también tienen estilos marcados: Turo con un look más futurista y frío, mientras que Albora parece más salvaje y rústica, acorde a las épocas que representan en sus respectivas versiones del juego.

Además, los miembros del Team Star son muy coloridos y cada uno tiene un estilo propio, casi como si fueran personajes de un anime shonen. Esto les da personalidad y los hace memorables, aunque algunos diseños rozan lo exagerado.

El diseño de algunos nuevos Pokémon tiene inspiraciones claras en la fauna y la cultura de España y la península ibérica, como Lechonk y Smoliv. Aunque Tauros ya existía desde la primera generación, su nueva forma regional también está inspirada en esta región.

Nos encontramos con un apartado artístico bastante sólido en cuanto a ideas y conceptos. El diseño de Paldea, sus personajes y los nuevos Pokémon tienen mucho carisma y están bien logrados. El problema es que todo ese arte no brilla tanto como debería, porque en la ejecución técnica hay muchas cosas que fallan. Si se hubiera pulido más el acabado gráfico, el arte de estos juegos sería mucho más impactante. Aun así, logra ofrecer momentos en los que te sientes inmerso en este mundo inspirado en España.

Una banda sonora con un gran colaborador

Lo primero que debemos decir es que la banda sonora es probablemente uno de los puntos más fuertes del juego. Pokémon siempre ha tenido buenas melodías, y en esta entrega hay una gran variedad de temas, algunos más que decentes. Desde las melodías tranquilas que acompañan la exploración de la región, hasta la música más intensa de las batallas, todo está muy bien pensado para cada situación. Sin duda, las más memorables son las que suenan cuando te enfrentas a los personajes importantes dentro de una de las tres tramas.

Hay un detalle que muchos probablemente no sabréis: Toby Fox, el creador de Undertale, colaboró en algunas piezas del videojuego. Su toque personal se nota en ciertos momentos clave, aportando melodías con ese toque distintivo, casi nostálgico, pero a la vez moderno.

Los efectos de sonido en las batallas, como los ataques, la teracristalización o los menús, son los que esperarías en un juego de Pokémon. Son los clásicos sonidos que hemos escuchado siempre, pero con algunos retoques modernos. La teracristalización, en particular, tiene un sonido muy característico, como si escucharas cristales formarse o romperse, lo cual le da un toque especial a esa mecánica.

Sin embargo, en cuanto a los sonidos de los ataques, muchos están reciclados de juegos anteriores. Esto no es un problema, ya que funcionan bien, pero tampoco se siente que haya algo revolucionario aquí. Es lo de siempre, con algunos ajustes para que suene más limpio.

Para terminar con este apartado, la falta de doblaje le quita un poco de magia a ciertas escenas, y aunque los efectos de sonido cumplen, no llegan a sorprender. A pesar de eso, si disfrutas de una buena banda sonora mientras exploras el mundo Pokémon, este apartado no te decepcionará.

¿Innovación o más de lo mismo en Pokémon Escarlata y Púrpura?

El cambio más grande en Pokémon Escarlata y Púrpura, y lo que más promocionaron, es el concepto de mundo abierto. Aquí sí se siente como una de las innovaciones más importantes de la saga. A diferencia de los juegos clásicos, donde ibas de ciudad en ciudad siguiendo un camino fijo, aquí puedes ir donde te dé la gana, casi desde el principio. Esto es algo que los fans pedían desde hace años. Este es el primer juego de Pokémon que te deja explorar un mundo gigante sin que te guíen de la mano, incluso permitiéndote ir a lugares que, en principio, están bloqueados, pero a los que puedes acceder si sabes utilizar bien tu montura.

En resumen, intentan innovar y lo logran en varias áreas, como el mundo abierto y las historias múltiples, pero no es una revolución total para la franquicia. No cambia la fórmula de manera radical.

¿Qué tan largo es Pokémon Escarlata y Pokémon Púrpura?

Si te enfocas en completar las tres historias (gimnasios, Team Star y titanes) y no te desvías mucho, la campaña principal puede durar entre 30 y 40 horas, lo cual está bastante bien. Es más larga que otros juegos de Pokémon anteriores, sobre todo porque no es solo ir de gimnasio en gimnasio.

Si te pones a completarlo todo, si que vas a tener para horas y horas de contenido, capturando todos los Pokémon posibles y completando la Pokédex, tienes juego para muchas más horas. Fácilmente puedes llegar a 60 o 70 horas solo por el placer de explorar, aparte que obviamente el multijuador y más ya si eres un jugador competitivo podriamos decir, que hasta que salga la próxima generación este juego no tiene un límite de horas jugables.

Con lo cual todo dependerá del tipo de jugador que seas lo que te vaya a durar este videojuego.

Conclusión:

Pokémon Escarlata y Púrpura son juegos que intentan hacer algo nuevo y traen varias cosas interesantes, como el mundo abierto y las tres historias, pero no terminan de alcanzar la perfección que podrían. El apartado técnico deja mucho que desear, y aunque la banda sonora y el diseño de los nuevos Pokémon están bien, el juego en conjunto se siente como un intento a medio camino. Sin duda, si eres fan de Pokémon y te gusta la idea de explorar un mundo más libre, te va a entretener durante muchas horas, aunque, por desgracia, el apartado técnico se queda corto y no aprovecha del todo el potencial que debería tener.

Valoración final de Pokémon Escarlata y Púrpura

Historia

7

Jugabilidad

8

Apartado Técnico

3

Apartado Artístico

8

Apartado Sonoro

7
6.6

Nota Total

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