Cuando escuché por primera vez sobre esta colaboración entre dos universos tan distintos como el de Mario y los Rabbids, lo primero que pensé fue, «¿en serio? ¿esto va a funcionar?«. Pero, para mi sorpresa, el resultado fue un juego de estrategia por turnos súper entretenido y, además, con ese toque de humor absurdo que solo los Rabbids pueden aportar.
Este juego fue desarrollado por Ubisoft Milan en colaboración con Ubisoft Paris y lanzado en 2017 para la Nintendo Switch. A nivel de distribución, Nintendo se encargó en algunas regiones, pero fue mayormente Ubisoft quien llevó la batuta. Lo interesante es cómo lograron fusionar el icónico Reino Champiñón con la locura y el caos que traen los Rabbids, dando lugar a un título que, si bien puede parecer una apuesta arriesgada, terminó siendo una grata sorpresa tanto para fans de Mario como para quienes disfrutan de juegos de estrategia.
Una historia sencilla y cómica
La historia de este juego es, como cabría esperar, bastante sencilla, pero tiene ese encanto que hace que te quedes enganchado de principio a fin. No es que sea una trama súper profunda o dramática, pero tampoco lo pretende. En esencia, el juego arranca con una científica humana creando unas gafas capaces de fusionar dos objetos en uno solo. Y, como te podrás imaginar, cuando los Rabbids entran en escena, las cosas se salen de control rápido. Estos pequeños agentes del caos terminan viajando al Reino Champiñón y, por accidente, empiezan a mezclar el mundo de Mario con su propia locura.
Lo más interesante es cómo se manejan los personajes fusionados, como ese Rabbid disfrazado de Peach, que te arranca más de una carcajada con sus poses exageradas y su actitud “diva”. El tono del juego es muy ligero, con muchísima comedia, algo que viene en gran parte por los Rabbids y su forma caótica de interactuar con el mundo de Mario. Así que, si eres fan de la narrativa cómica y del humor absurdo, este juego te va a encantar en ese sentido.
La historia no es lo que más te va a enganchar, pero cumple con creces en su objetivo de entretener y hacerte sonreír a lo largo de la aventura. El humor es el motor principal, y aunque no esperes grandes desarrollos dramáticos, te va a dejar con esa sensación de estar pasándola bien, que al final es de lo que se trata este crossover tan particular.
Combates dinámicos y estrategia a tu alcance
La jugabilidad es, sin duda, el corazón de este juego. A primera vista, puede parecer un juego de estrategia por turnos bastante simple, pero una vez te sumerges en las batallas, te das cuenta de que tiene bastante más profundidad de lo que parece. Si eres fan de juegos como XCOM, te vas a sentir en casa, pero con ese toque más ligero y accesible que es propio del universo de Mario.
El combate se desarrolla en arenas divididas por cuadrículas, y los personajes se mueven por turnos. Tienes un equipo de tres personajes que puedes seleccionar antes de cada batalla, y aquí es donde empieza la diversión. Puedes elegir a Mario, Luigi, Peach, Yoshi y sus contrapartes Rabbid, como Rabbid Mario, Rabbid Peach (una de mis favoritas por su actitud tan desquiciada y sus selfies en medio del combate), Rabbid Luigi, entre otros. Cada uno de estos personajes tiene habilidades únicas, lo que te obliga a pensar estratégicamente en cómo combinar sus puntos fuertes.
Uno de los aspectos más destacados del sistema de combate es la movilidad. Los personajes pueden hacer ataques a distancia, pero también pueden hacer deslizamientos para atacar al enemigo mientras se mueven, rebotar entre compañeros para alcanzar áreas más altas o cubrirse. Esta fluidez hace que cada turno se sienta dinámico y te permite encadenar acciones de manera muy satisfactoria. Por ejemplo, puedes hacer que Mario deslice sobre un enemigo, rebotar sobre un compañero para llegar a otra zona, y luego disparar con su arma. Y ese tipo de combinaciones es lo que le da ese toque adictivo al combate.
En cuanto al sistema de habilidades, cada personaje tiene un árbol de habilidades que puedes ir desbloqueando y mejorando a medida que avanzas. Aunque no es un sistema súper complejo como en los RPG más duros, sí que tiene suficiente variedad para que sientas que puedes personalizar a tu equipo según tu estilo de juego. Puedes potenciar las habilidades de daño, mejorar los movimientos o añadir efectos especiales a los ataques. No es lo más amplio del mundo, pero está bien equilibrado y da esa sensación de progresión que tanto gusta en juegos de este tipo.
Los enemigos, por su parte, también son variados. A medida que avanzas, te enfrentarás a distintos tipos de Rabbids fusionados con elementos del mundo de Mario, lo que mantiene las batallas frescas. Hay algunos que actúan como tanques, otros que te forzarán a moverte constantemente, y bosses que requieren estrategias más específicas. Esto te obliga a cambiar tu enfoque en las batallas y a experimentar con diferentes combinaciones de personajes y habilidades.
Otro punto a destacar es la variedad de armas. Cada personaje tiene su propio arsenal de armas, que van desde pistolas y bazucas hasta yo-yos explosivos. Además, cada arma tiene efectos adicionales que pueden cambiar el curso de una batalla, como aturdir enemigos o empujarlos hacia fuera de los límites del campo. Lo divertido es encontrar combinaciones de armas que potencien las habilidades de cada personaje y se sinergien bien entre ellos.
Fuera de las batallas, el juego tiene una parte de exploración que es bastante ligera. Vas resolviendo pequeños puzles para avanzar y desbloquear nuevas zonas del mapa. Esto no es algo súper complejo ni el foco del juego, pero le añade un buen respiro entre las batallas estratégicas.
Sin fallos y con fluidez: la estabilidad técnica de Mario + Rabbids Kingdom Battle es sobresaliente
Cuando hablamos del apartado técnico de Mario + Rabbids Kingdom Battle, tenemos que tener en cuenta que fue diseñado para la Nintendo Switch, así que las expectativas gráficas pueden no ser tan altas como en consolas más potentes o en PC. Pero, honestamente, el juego luce fantástico dentro de lo que permite la consola.
Gráficamente, el juego se ve muy colorido y detallado, algo que va de la mano con el estilo visual del universo de Mario. Los personajes están bien modelados, con animaciones fluidas y llenas de personalidad. Los efectos visuales en combate, como los ataques y las explosiones, están bastante bien logrados. No son impresionantes desde el punto de vista técnico, pero cumplen con creces, y todo se siente muy limpio y claro a la hora de jugar. Esto es clave en un juego de estrategia por turnos, donde necesitas que la interfaz y los efectos sean claros para poder tomar decisiones estratégicas rápidamente. En ese sentido, Ubisoft hizo un gran trabajo al mantener todo visualmente claro y atractivo.
En cuanto al rendimiento, Mario + Rabbids Kingdom Battle corre sorprendentemente bien en la Switch. Ya sea que estés jugando en modo portátil o en el dock, el juego se mantiene estable, con una tasa de frames bastante sólida. No es un juego que requiera 60 fps para ser disfrutable, y aunque corre a 30 fps, se siente suave y sin bajones significativos de rendimiento, lo cual es esencial para mantener la experiencia fluida, especialmente en un título basado en la estrategia. He de decir que, en mi experiencia, no encontré bugs, lo cual es un alivio, ya que algunos juegos de Ubisoft pueden tener ciertos problemas técnicos, pero aquí parece que se tomaron su tiempo para pulir bien el producto.
Algo que no puedo dejar de mencionar es lo bien que se ha optimizado la interfaz. En un juego de estrategia, la claridad en los menús y las pantallas de selección de habilidades es crucial, y aquí todo es muy intuitivo. Nunca te sientes perdido o abrumado por opciones complicadas. Todo está donde debe estar, y moverte entre los distintos menús es rápido y fluido.
El estilo de Mario + Rabbids Kingdom Battle es una fusión visual perfecta
El apartado artístico de Mario + Rabbids Kingdom Battle es, sin duda, uno de los elementos que más sobresale del juego. En este sentido, Ubisoft hizo un trabajo excelente fusionando dos mundos tan diferentes como el de Mario y el de los Rabbids, logrando que ambos universos convivan de manera natural y divertida. Desde el primer momento que entras al juego, te das cuenta de que todo el diseño está pensado para ser una experiencia visualmente atractiva y cargada de humor.
El diseño de escenarios merece una mención especial. Cada mundo está inspirado en los entornos clásicos del universo de Mario, pero con ese toque de caos que aportan los Rabbids. Por ejemplo, los campos verdes de siempre tienen ahora estructuras imposibles, como lavadoras de dimensiones gigantes o elementos que no parecen tener sentido pero que funcionan en ese contexto surrealista. Esos pequeños detalles visuales, como las decoraciones absurdas o los Rabbids haciendo tonterías en el fondo, le añaden muchísimo encanto al juego. Cada zona tiene su propio estilo temático, desde praderas llenas de vida hasta zonas más oscuras y misteriosas, lo que mantiene la exploración fresca y visualmente interesante.
Otro aspecto a destacar es la paleta de colores, que es muy vibrante y alegre, como cabría esperar de un juego protagonizado por Mario. Los colores vivos resaltan no solo en los personajes y escenarios, sino también en los efectos visuales durante los combates. Cuando lanzas un ataque, el impacto es inmediato y bien visible, con explosiones y efectos especiales llenos de color, que aunque no son exageradamente realistas, encajan perfectamente con el estilo del juego.
Un detalle que me encanta es cómo han logrado integrar a los enemigos fusionados con objetos del mundo de Mario. Los Rabbids que se combinan con elementos del Reino Champiñón, como plantas o torretas, tienen un diseño realmente creativo. No son simplemente Rabbids con un disfraz, sino que se ven como criaturas completamente nuevas que pertenecen a este mundo tan caótico. La variedad de enemigos, tanto en diseño como en comportamiento, ayuda a mantener la estética visual fresca y entretenida a lo largo del juego.
En cuanto a los efectos visuales en combate, están diseñados para ser claros y vistosos. No es que vayas a ver partículas hiperrealistas o animaciones súper detalladas, pero lo importante aquí es que cada ataque y movimiento se sienta bien representado, sin perder de vista la simplicidad que hace que sea fácil de entender lo que está pasando. Además, los ataques especiales de los personajes tienen un toque visual único que les da más personalidad, como el escudo burbuja de Rabbid Peach o los saltos acrobáticos de Mario.
Resumiendo, el apartado artístico de Mario + Rabbids Kingdom Battle es un ejemplo perfecto de cómo fusionar dos universos aparentemente dispares de manera armoniosa y entretenida. El juego es un festín visual, lleno de color y humor, donde los personajes y escenarios están diseñados con creatividad y personalidad. Tanto si eres fan de Mario como si solo buscas un juego visualmente atractivo, este título cumple con creces en el aspecto artístico.
Te van a gustar mucho la música y los sonidos de Mario + Rabbids Kingdom Battle
El apartado sonoro de Mario + Rabbids Kingdom Battle es, sin duda, otro de los puntos fuertes del juego. La banda sonora estuvo a cargo de Grant Kirkhope, un compositor que seguramente conocerás si has jugado a títulos como Banjo-Kazooie o Donkey Kong 64. Y aquí, vuelve a hacer un trabajo excelente, aportando una banda sonora que se ajusta perfectamente al tono del juego: divertida, animada y con ese toque épico cuando es necesario, pero sin tomarse demasiado en serio.
Las melodías de fondo son pegajosas y tienen ese aire tan característico de los juegos de Mario, con un toque desenfadado que aportan los Rabbids. Cada zona que visitas tiene una música que encaja muy bien con su ambiente. Por ejemplo, en los primeros niveles, la música es más alegre y dinámica, mientras que en las zonas más avanzadas, los temas tienden a ser un poco más oscuros y misteriosos, pero siempre manteniendo ese estilo fresco que caracteriza al juego. Lo mejor de todo es que estas pistas nunca se hacen pesadas o repetitivas, algo que podría ser un problema en un juego de estrategia por turnos, donde puedes pasar mucho tiempo en los mismos escenarios.
Uno de los puntos más divertidos en cuanto al sonido es cómo se han trabajado los efectos sonoros de los Rabbids. Desde sus gritos, risas y ruidos hasta las tonterías que hacen mientras exploras los escenarios, todo está diseñado para que te saquen una sonrisa. Rabbid Peach, por ejemplo, es un personaje que destaca también en este sentido: su sonido al tomarse selfies o cuando lanza alguna habilidad es simplemente hilarante. Los efectos de sonido de los ataques y habilidades también están muy bien implementados. Cada disparo, explosión o golpe tiene un sonido que lo acompaña con fuerza, pero siempre manteniendo ese tono caricaturesco.
Los efectos sonoros de los escenarios también están muy bien logrados. Cuando exploras, puedes escuchar a los Rabbids haciendo sus tonterías en el fondo, o sonidos ambientales que te sumergen más en los distintos mundos que visitas. Esto le da una capa extra de vida al juego que quizás no esperas en un título de este tipo, pero que realmente ayuda a que todo se sienta más envolvente.
Sin duda, el apartado sonoro de Mario + Rabbids Kingdom Battle es una pieza clave para hacer que el juego se sienta tan divertido y entretenido. La banda sonora de Grant Kirkhope le da vida a cada escenario, los efectos de sonido son claros y acordes a cada acción, y los ruidos de los Rabbids añaden ese toque de humor que te mantiene sonriendo durante toda la aventura. Si bien no es una banda sonora épica o dramática, cumple perfectamente con el tono alegre y cómico del juego, haciéndola muy disfrutable mientras juegas.
Un modo multijugador incompleto
Mario + Rabbids Kingdom Battle es un juego que, en su mayoría, se centra en la experiencia para un jugador, pero Ubisoft incluyó algunos modos cooperativos que le dan un poco de vida extra, aunque de manera bastante limitada en comparación con lo que podrías esperar de un modo online tradicional.
Primero, hay que aclarar que el juego no tiene un modo online competitivo, lo que podría decepcionar a algunos jugadores que esperaban enfrentamientos tácticos entre equipos de Mario y Rabbids de otros jugadores. La idea de llevar las batallas estratégicas por turnos a un entorno PvP (jugador contra jugador) hubiera sido interesante, pero el juego no se aventuró por ese camino. En lugar de eso, se centra en el modo cooperativo local, que aunque es divertido, se queda un poco corto en términos de lo que podrías esperar de un juego con un componente en línea.
El modo cooperativo está diseñado para jugar con un amigo en la misma consola, en lo que llaman «Mundo de desafíos cooperativos». Aquí, tú y otro jugador eligen a dos personajes cada uno (lo que da un total de cuatro personajes en el equipo) y se enfrentan a diferentes niveles llenos de enemigos. Es una buena manera de compartir la aventura del juego con alguien, pero tiene sus limitaciones. Los mapas en este modo son más cortos y los desafíos, aunque divertidos, no tienen la misma profundidad que las misiones principales de la campaña. Aun así, es un buen añadido si tienes a alguien con quien jugar y quieres pasar un rato de estrategia cooperativa en el sofá.
En términos de funcionamiento técnico, el modo cooperativo es muy estable. No hay problemas de rendimiento y la fluidez es la misma que cuando juegas solo. Ambos jugadores comparten la pantalla y todo está bien organizado para que cada uno pueda gestionar sus movimientos y ataques sin complicaciones. Además, puedes compartir los controles de manera cómoda, y cada jugador tiene control total sobre sus personajes, lo que hace que el juego se sienta bastante equilibrado y justo.
Eso sí, la gran ausencia es la posibilidad de jugar en línea con amigos. Habría sido genial poder conectar con alguien a distancia y disfrutar de estos desafíos cooperativos, pero el modo cooperativo está limitado al juego local. Esto puede ser una desventaja si no tienes a alguien cerca con quien jugar, ya que el potencial para ampliar la experiencia online es bastante evidente, pero no está aprovechado aquí.
¿Ha habido innovación en Mario + Rabbids Kingdom Battle?
Mario + Rabbids Kingdom Battle es, sin lugar a dudas, un juego que sorprendió a muchos, y parte de esa sorpresa proviene precisamente de su innovación en varios aspectos. Aunque no todo en el juego es revolucionario, lo cierto es que logra traer algo nuevo a la mesa en varios frentes, especialmente en su mezcla de géneros y el enfoque táctico dentro del universo de Mario.
En cuanto a la jugabilidad, la innovación más evidente es llevar a Mario, un personaje asociado principalmente con juegos de plataformas, a un juego de estrategia por turnos. La franquicia de Mario ha experimentado con muchos géneros a lo largo de los años, pero este giro hacia la estrategia táctica es algo que no habíamos visto antes. Y lo hace de una manera accesible, pero sin sacrificar la profundidad estratégica, lo que permite atraer tanto a jugadores más casuales como a los más experimentados en juegos de estrategia. La forma en que puedes encadenar movimientos y habilidades entre personajes añade un dinamismo que no es tan común en juegos de estrategia por turnos tradicionales, y esa fluidez es uno de los elementos más innovadores del juego.
El sistema de combate, si bien toma inspiración de juegos como XCOM, añade su propio toque con la movilidad de los personajes. Las mecánicas como rebotar entre compañeros, deslizarse sobre enemigos o combinar ataques y habilidades especiales le dan un ritmo mucho más rápido y dinámico que otros juegos de su género. Esto es un cambio bienvenido, ya que rompe con la rigidez que a veces caracteriza los juegos de estrategia por turnos. Así que, en cuanto a jugabilidad, aunque no reinventa el género, sí introduce innovaciones interesantes que lo hacen destacar.
¿Cuánto dura Mario + Rabbids Kingdom Battle?
La duración de Mario + Rabbids Kingdom Battle es bastante flexible y depende mucho de cómo elijas jugarlo. Si eres de los que va directo al grano y te enfocas únicamente en completar la campaña principal, el juego te puede durar entre 20 y 25 horas, lo cual es un tiempo razonable para un juego de estrategia por turnos. En este caso, te concentrarías principalmente en las misiones principales, sin explorar demasiado las áreas opcionales ni dedicarle tiempo a resolver todos los puzles o completar desafíos secundarios.
Ahora bien, si te tomas tu tiempo para explorar los mundos y resolver algunos de los puzles opcionales que encuentras en el camino, el tiempo de juego se puede extender fácilmente a unas 30 o 35 horas.
Si eres un completista y te gusta hacer el 100% del juego, la duración puede aumentar significativamente. En este caso, estarías buscando todos los cofres, completando todos los desafíos adicionales que se desbloquean a lo largo del juego y volviendo a jugar algunas misiones con mejores estrategias. Los desafíos extra pueden ser bastante complicados y te pondrán a prueba, especialmente si buscas conseguir la calificación perfecta en cada combate. Para los jugadores que buscan completar absolutamente todo, el juego puede durar alrededor de 40 a 50 horas, dependiendo de tu habilidad y de cuánto tiempo le dediques a optimizar tus movimientos en cada batalla.
Además, el juego ofrece una expansión llamada Donkey Kong Adventure, que agrega más contenido y horas de juego adicionales. Esta expansión introduce un nuevo mundo, nuevos personajes (como Donkey Kong) y más desafíos estratégicos, lo que suma aún más horas si decides sumergirte en ella. La duración de esta expansión por sí sola puede rondar entre 8 y 10 horas, dependiendo de cuánto te dediques a explorar y completar todo lo que ofrece.
Conclusión:
Después de todo lo que hemos hablado, puedo decir con total sinceridad que Mario + Rabbids Kingdom Battle es una de esas sorpresas que nadie vio venir, pero que de alguna manera terminó siendo un gran acierto. Es un juego que toma dos universos que, a primera vista, no parecen tener nada en común, y los mezcla en una fórmula que funciona muchísimo mejor de lo que podrías imaginar. Este crossover entre el mundo de Mario y los desquiciados Rabbids trae frescura tanto en su jugabilidad como en la manera en la que aborda la estrategia por turnos, dándole a los jugadores algo diferente, pero accesible y entretenido.
Es un juego que no te esperas que funcione tan bien, pero lo hace. Ofrece una experiencia divertida, con una jugabilidad táctica sólida, un apartado visual encantador y un toque de humor que lo hace mas llevadero. Aunque tiene sus limitaciones, sobre todo en lo que respecta al modo online, lo compensa con horas de entretenimiento tanto para jugadores casuales como para aquellos que busquen un desafío estratégico más profundo. Si eres fan de Mario o simplemente te gustan los juegos de estrategia por turnos con un toque ligero y cómico, este juego definitivamente merece una oportunidad.