Si hay una saga que muchos recordamos con cariño, es Mario & Luigi. Desde el lanzamiento de Superstar Saga, esta serie de RPGs ha destacado por su humor característico, su combate dinámico y una narrativa ligera que logró ganarse un hueco en los corazones de los jugadores. Sin embargo, tras la desaparición de AlphaDream en 2019, el futuro de la franquicia quedó en el aire, y muchos asumieron que nunca veríamos una nueva entrega.
Para sorpresa de todos, en 2024, Nintendo anunció el regreso de la serie con Mario & Luigi: Conexión Fraternal, en este caso desarrollado por Acquire, teniendo la difícil tarea de recuperar la esencia que hizo tan querida a la saga, esta nueva entrega llegó con la promesa de ofrecer una experiencia familiar, pero con novedades suficientes para justificar su regreso.
¿Estará este regreso de la saga a la altura de las expectativas o se quedará a medio camino? Vamos a descubrirlo.

Una aventura que cumple, pero se queda en lo básico
Desde el primer momento se nota que en Mario & Luigi: Conexión Fraternal la historia no es el plato fuerte. Los hermanos llegan a Concordia, un mundo nuevo que vive un caos por la desconexión mágica entre sus islas. La idea tenía todo para ser una trama repleta de intriga y momentos memorables, pero acaba desarrollándose de forma muy lineal, sin esos giros inesperados que hacen vibrar al jugador.
Aunque el concepto de “conexión” entre islas y personajes intenta transmitir un mensaje de unión y compañerismo, la narrativa se queda a medio camino y nunca llega a impactar del todo. La estructura es casi una receta: llegar a una isla, resolver un problemilla, enfrentarse a un enemigo y pasar al siguiente reto. ¿No te ha pasado que esperas una sorpresa y, al final, se te queda el gusto a poco?
En cuanto al humor, ahí es donde el juego se defiende mejor. Luigi se roba la escena con situaciones absurdas y diálogos que sacan una sonrisa. Eso sí, hay momentos en que las conversaciones se extienden demasiado, explicando cosas que ya se intuyen, lo cual rompe el ritmo de la experiencia.
Aunque hay instantes divertidos que alivian la marcha, la historia se siente más como un accesorio para el gameplay que como el motor principal. Si eres de los que busca una trama con mayor profundidad, quizá termines deseando algo más.


Estrategia, sincronización y unas cuantas sorpresas
Mario & Luigi: Conexión Fraternal conserva ese toque clásico de la saga con su combate por turnos, pero no es tan simple como elegir un ataque y esperar que el enemigo reciba daño. En este juego, hay que estar alerta, reaccionar en el momento preciso y coordinar bien los movimientos de los hermanos. ¿Te ha pasado alguna vez en otro título que un error mínimo te cueste una victoria? Pues aquí, cada detalle cuenta.
El sistema de clavijas es uno de los cambios que más llaman la atención. Imagina poder personalizar las habilidades de Mario y Luigi: unas clavijas potencian la defensa, otras suben el ataque, e incluso hay algunas que le añaden efectos sorprendentes a los movimientos. Pero, seamos honestos, no todas resultan tan útiles como se esperaba. Por ejemplo, algunas que deberían darte un plus en combate se quedan cortas a la hora de marcar la diferencia.
Por otro lado, los movimientos tándem subrayan esa idea de que los dos hermanos son un equipo inseparable. Estos ataques combinados requieren una sincronización que, al principio, te deja con la boca abierta por lo bien que funcionan, pero que con el tiempo empiezan a sentirse algo repetitivos. ¿Te imaginas hacer la misma jugada una y otra vez sin que pierda chispa?
Y qué decir de las ideas de Luigi. Su toque de improvisación en el combate es un guiño a su personalidad torpe y simpática: en ocasiones, sus ocurrencias pueden darte una ventaja inesperada, mientras que en otras te meten en un aprieto cómico que, aunque te hace reír, rompe un poco con la estrategia planificada.
La exploración también tiene su encanto. Los obstáculos y acertijos están pensados para que pongas a prueba las habilidades particulares de cada hermano. Cada zona del juego tiene su propio carácter, casi como si visitaras barrios con personalidades únicas, aunque en algunos casos los patrones se repitan y los puzzles se vuelvan previsibles.
En resumen, Conexión Fraternal se mantiene fiel a lo que hace divertida a la saga y se arriesga a incorporar novedades que buscan darle un giro diferente, aunque no todas terminan encajando a la perfección.


El salto al 3D con luces, sombras y fallos que incomodan
El cambio de sprites 2D a modelos 3D en Mario & Luigi: Conexión Fraternal es como un salto que, en teoría, promete modernidad, pero en la práctica genera opiniones encontradas. El juego sigue siendo visualmente atractivo y amable, pero se extraña ese toque artesanal de los sprites dibujados a mano. Los personajes tienen un buen modelado, pero sus animaciones ya no transmiten la expresividad de antaño. ¿Alguna vez te has sentido decepcionado al ver que algo esperado no cumple la magia de sus versiones anteriores? Pues aquí pasa algo similar.
Los escenarios merecen una mención especial. Cada isla de Concordia tiene una identidad propia, como si cada zona fuera una pequeña aventura en sí misma. Sin embargo, los fondos y texturas en ciertos momentos resultan algo simples, comparados con la riqueza de detalles que ofrecían los antiguos sprites. Es como ver una versión digital de una pintura clásica: bonita, pero le falta el alma.
En el terreno musical, el juego presenta melodías acordes a la aventura, junto a guiños sutiles a los temas clásicos, que sin embargo no llegan a ser memorables. Los efectos sonoros y esos inconfundibles diálogos en “italiano inventado” siguen siendo un punto a favor, provocando alguna que otra sonrisa en medio de la partida.
El mayor dolor de cabeza lo trae el rendimiento técnico. Durante escenas con muchos efectos o ciertas cinemáticas, se notan bajones en los FPS que rompen el ritmo del juego, como cuando tu serie favorita se congela en el momento clave. Los tiempos de carga, aunque no excesivamente largos, se hacen notar y te obligan a desconectar por un rato, algo que afecta la experiencia global.
¿Cuál es la duración de Mario & Luigi: Conexión fraternal?
Si te concentras en la historia principal de Mario & Luigi: Conexión Fraternal, tendrás unas 30 horas de juego; si te lanzas a descubrir todas las misiones secundarias y secretos, el tiempo puede superar las 40 horas. Aunque para un RPG este lapso puede ser aceptable, llega un momento en que te verás obligado a recorrer de nuevo zonas ya conocidas, lo cual resulta poco gratificante.
El material opcional es algo escaso, ya que la mayoría de las actividades secundarias no ofrecen un incentivo real para volver a jugar. La experiencia, por mucho que te divierta en el momento, se queda corta en ofrecer motivos para regresar una vez que has terminado la aventura. Es comparable a terminar un episodio interesante de una serie, pero sentir que no hay suficientes sorpresas para darle otra oportunidad.
Conclusión final sobre Mario & Luigi: Conexión fraternal
Mario & Luigi: Conexión Fraternal recupera el espíritu de la saga con su humor, combates dinámicos y mecánicas cooperativas, pero no logra sorprender ni reinventarse. Aunque es una aventura entretenida, el salto al 3D le resta parte del encanto visual, la música pasa desapercibida y la dificultad es demasiado baja para representar un verdadero reto. Además, los problemas de rendimiento pueden afectar la fluidez en momentos clave. No es un mal juego, pero tampoco un regreso memorable; los fans lo disfrutarán, pero deja la sensación de que pudo haber sido mucho más.
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