World of Final Fantasy Maxima es un juego que salió al mercado el 6 de noviembre de 2018, desarrollado por Tose y publicado, además de distribuido, por el equipo principal de la saga Square Enix.
Así que vamos a analizar varios aspectos clave e importantes, como su jugabilidad, para luego pasar por su apartado técnico y artístico, hasta llegar a la banda sonora, que seguramente te sorprenderá si no conoces nada del juego. ¡Vamos con la reseña!
Historia de dos hermanos con pérdidas de memoria
Si algo caracteriza a este juego es la cantidad de homenajes y referencias a las entregas originales de la franquicia. Decimos esto porque, aunque en este título spin-off aparecen dos figuras clave totalmente nuevas y únicas, llamadas Lann y Reynn, quienes van acompañados de unas criaturas llamadas Mirages (que serían equivalentes a los Pokémon), en su aventura también se encuentran con personajes importantes de entregas anteriores. Esto hace que, si eres un gran fan de la franquicia, aunque este juego dista de ser el típico Final Fantasy, seguramente las referencias te resulten interesantes.
No vamos a mentir: en cuanto a la historia, ni por asomo es la más profunda de la franquicia. De hecho, probablemente estemos ante la más infantil de todas. Aunque tiene sus momentos emotivos, tanto con los hermanos como con otros personajes, la verdad es que, al centrarse tanto en los dos protagonistas, los demás personajes que se van uniendo no tienen un desarrollo profundo. Algunos incluso tienen menos trasfondo en comparación con algunos Mirages. Aunque se agradece la inclusión de estos personajes secundarios, no estaría de más que los desarrollaran mejor, ya que forman parte de la historia y del camino que recorren los hermanos.
Jugabilidad de capturar las referencias
Lo primero que llama la atención es que es una mezcla entre un Final Fantasy clásico y Pokémon, ya que aquí, como mencionamos en el apartado de la historia, los Mirages serían como los Pokémon. Al igual que en los juegos de Pokémon, una de las mecánicas principales en este título es la posibilidad de atraparlos, aunque con algunas diferencias respecto a la saga desarrollada por GameFreak. Para entenderlo mejor, vas explorando el mundo, te encuentras con estas criaturas (todas sacadas de la saga Final Fantasy, como Chocobos, Tonberries, e incluso algunos jefes épicos como Ifrit y Bahamut) y las capturas. Para hacerlo, debes debilitarlas o cumplir ciertos requisitos durante la pelea. Una vez capturadas, puedes mejorarlas y hacer que evolucionen, lo que le añade mucha profundidad al juego, ya que puedes personalizar tu equipo a tu gusto.
El combate utiliza un sistema por turnos con una barra de tiempo que se va moviendo, y cuando llega tu turno, puedes elegir entre atacar, usar magia, objetos, etc. Lo interesante es que tanto los personajes como los monstruos pueden apilarse unos sobre otros, lo que permite crear combinaciones muy interesantes entre los ataques de las criaturas y los personajes, además de modificar los atributos de tu equipo. Si los apilas bien, puedes ser más resistente, hacer más daño o lanzar mejores hechizos. Sin embargo, puede llegar un momento en la partida en que la torre que formes se desmorone, dejándote en desventaja si recibes un ataque muy potente. Así que tendrás que ser estratégico y saber qué formación utilizar. Además, existe una mecánica extra para algunas criaturas específicas, similar a la megaevolución o el gigamax en Pokémon, donde puedes invocar a un Mirage mucho más poderoso para usar en combate.
En cuanto a la exploración, tienes pueblos, mazmorras y zonas llenas de enemigos para farmear. Lo bueno es que, aunque el mapa no es muy abierto, es bastante variado, y cada área está diseñada para aprovechar las habilidades de tus criaturas. Por ejemplo, algunas te permiten volar por zonas difíciles o cruzar ríos, lo que introduce una pequeña dosis de puzles en la exploración. Te recomendamos que explores cada área a fondo si quieres aprender nuevos hechizos o movimientos para los hermanos, obtener más objetos, y demás.
Lo único que puede volverse un poco tedioso es que, como en los Final Fantasy más antiguos, los enemigos aparecen de forma aleatoria. Esto puede estar bien si quieres farmear, pero llega un punto en el que, mientras caminas, ¡pum!, te atacan de repente. Si bien esto añade un toque nostálgico, a veces cansa cuando solo quieres avanzar y te frena una pelea aleatoria.
Otro punto genial es la personalización. Cada Mirage tiene un «tablero de habilidades», donde puedes desbloquear nuevos hechizos y movimientos conforme van ganando experiencia. Además, puedes cambiar de forma a los Mirages. Por ejemplo, un Chocobo bebé puede crecer y convertirse en un Chocobo gigante con habilidades nuevas. No solo eso, también puedes revertir su evolución y devolverlo a su forma original si lo prefieres, y luego volver a evolucionarlo cuando quieras. Sin embargo, un punto en contra de este sistema es que, si atrapas un Mirage ya en su segunda o tercera forma, no podrá aprender los ataques de las formas anteriores, ya que no existe un sistema de «recordar movimientos». Esto te obliga a capturar la versión inicial si deseas obtener un hechizo o ataque que solo se aprende en la primera etapa, algo que la saga Pokémon maneja mejor.
Desde una perspectiva crítica y realista, World of Final Fantasy Maxima puede resultar demasiado fácil para los veteranos de RPGs. Las mecánicas no son tan complicadas como en otros juegos de la franquicia, especialmente para aquellos que han jugado entregas hasta la era de PS2. Si no te gustan los combates aleatorios, el farmeo excesivo o el sistema de captura, el juego puede volverse repetitivo en algunos momentos, y es probable que te canse.
Técnicamente, muy cute
Hablando de los gráficos, no es algo que digas: “¡Vaya, esto sí que son graficazos!”. Los modelados de los personajes y criaturas están bien hechos, pero no son espectaculares. Los entornos son coloridos y variados, pero en algunas zonas se sienten un poco vacíos o planos, como si faltaran detalles. Las texturas tampoco son nada del otro mundo, un poco básicas si las comparas con videojuegos más modernos o incluso con otros Final Fantasy. Básicamente cumplen, pero no es el punto fuerte del juego ni te dejarán boquiabierto con el nivel de detalle.
Las animaciones siguen el mismo patrón. Todo está bien, sin errores graves ni nada que rompa la experiencia. Los ataques especiales y las magias tienen animaciones que, en su mayoría, son básicas, aunque las más poderosas están más trabajadas. Sin embargo, lamentablemente, las animaciones que más usarás son las más simples, ya que consumen menos maná. Sabiendo que se utilizarían con más frecuencia, no hay excusa para no haberles dedicado más tiempo o esfuerzo en su desarrollo.
Las animaciones de los protagonistas fuera de combate son más sencillas. No esperes expresiones faciales o gestos súper realistas. Todo parece una serie 3D con un estilo simple, pero como el tono del juego es desenfadado, encaja bien, aunque a algunos jugadores podría parecerles un poco simple.
En cuanto al rendimiento, el juego funciona de manera sólida. No es un título muy exigente, así que no tendrás problemas de caídas de FPS ni bugs graves. En la versión Maxima, lanzada después de la original, se mejoraron algunas cosas, aunque no hubo cambios drásticos. Básicamente, lo optimizaron lo suficiente para que funcione bien en todas las plataformas, lo cual se agradece, sobre todo si piensas jugarlo en la Nintendo Switch, ya sea en modo portátil o sobremesa.
Lo que podría resultar molesto son los tiempos de carga entre escenas o al entrar en nuevas zonas. No es exagerado, pero en equipos menos potentes podrían tardar más de lo habitual. También, a veces los menús se sienten un poco lentos o con demasiadas opciones para cosas simples, lo que corta un poco el ritmo.
En cuanto a la interacción física con el entorno, tampoco hay mucho que destacar. Las físicas del mundo están muy limitadas porque las áreas que exploras son bastante cerradas y están diseñadas de forma que solo puedas interactuar con ciertos elementos específicos. No es como en otros videojuegos donde puedes empujar objetos, romper cosas o que el entorno reaccione a tus acciones. Tal vez en algunos momentos haya algo de interacción, pero en general todo es más decorativo.
World of Final Fantasy Maxima no está diseñado para que las físicas sean un factor importante. Es un RPG por turnos muy caricaturesco y ligero, por lo que las físicas no tienen un papel relevante ni realista. El enfoque está más en las mecánicas de combate, la captura de criaturas y la historia.
Artísticamente, un entorno muy chibi
Lo primero que salta a la vista es que han decidido hacer todo con un diseño chibi. Tanto los protagonistas como los demás héroes clásicos, e incluso los enemigos más temibles, están diseñados de manera que te dan ganas de achucharlos en lugar de temerles. Quizás te resulte raro, aunque también tiene su tono humorístico verlos así.
Una de las mejores partes del arte es cómo tomaron a todos esos héroes míticos de la serie y les dieron este rediseño. Claro, entendemos perfectamente que algunos fans podrían sentirse algo extrañados al ver a sus héroes de toda la vida en versión “diminuta”, pero, siendo sinceros, encajan bien con lo que han querido transmitir en este spin-off.
Aunque todo está en ese estilo, no significa que sea descuidado. Los personajes tienen pequeños detalles que hacen que cada uno se sienta único. Por ejemplo, los trajes son fieles a los originales, y eso es algo que los fans van a notar. Los protagonistas, Reynn y Lann, también tienen su encanto, y aunque son nuevos en el universo de Final Fantasy, están muy bien implementados en este mundo lleno de personajes clásicos.
Los monstruos son básicamente versiones mini de los más icónicos de la serie, como los que ya habíamos mencionado en el apartado jugable.
El mundo de Grymoire, donde sucede todo, ha sido diseñado como si todo el universo estuviera pensado para que los fans se sientan como en casa. Hay pueblos, mazmorras y paisajes que te recordarán a los escenarios clásicos de la franquicia, pero todo con ese diseño característico que le han querido dar.
Los escenarios no son muy complejos ni están súper detallados, pero tienen un toque vibrante y alegre que va muy bien con el estilo visual. No es un arte que busque ser hiperrealista o detallado, sino más bien crear un mundo accesible, divertido y lleno de referencias visuales a la serie. Por ejemplo, caminar por un bosque donde te encuentras con un mini Behemoth no tiene el mismo impacto visual que en Final Fantasy XV, pero en esta entrega es más para sacarte una sonrisa que para impresionarte.
En cuanto a los colores, todo está diseñado para ser brillante y alegre. La paleta de colores es muy viva, con tonos que destacan y dan un aire de cuento infantil. Es casi como estar dentro de un dibujo animado, y eso le da a esta entrega un tono ligero y relajado. Esto encaja perfectamente con el tono desenfadado que tiene World of Final Fantasy Maxima.
En resumen, es como un viaje a un mundo adorable y lleno de nostalgia, sin pretender ser hiperrealista o detallado. Se enfoca en ser simpático, colorido y accesible. El estilo chibi puede no ser del gusto de todos, lo cual es comprensible, ya que este tipo de arte busca más sacarte una sonrisa que impresionarte, y en ese sentido, cumple perfectamente con lo que el juego busca: ser un homenaje relajado y divertido a toda la saga.
Una banda sonora llena de remixes
Lo primero que te atrapará de este juego, si eres fan de sus otros títulos, es la música, ya que sin duda te llegará al corazón con cada pieza musical. Hay remixes y versiones actualizadas de los temas clásicos de toda la franquicia. Desde los temas de batalla, pasando por las músicas de los pueblos, hasta las melodías de los momentos más emotivos, todo te sonará súper familiar y te dará ese golpe de nostalgia que tanto nos gusta.
Cada zona tiene una canción que le queda perfecta, y lo mejor es que no se siente repetitiva ni cansina. Las batallas están acompañadas de temas épicos que te motivan a pelear, aunque sean versiones más ligeras o simplificadas de los temas originales. Básicamente, si tienes la banda sonora de los títulos anteriores en la cabeza, será como un festival de recuerdos.
En cuanto a la calidad del sonido, no hay nada que objetar. No es una banda sonora orquestada como las entregas más grandes de la saga, pero se siente muy cuidada, con un toque moderno en los arreglos que le da frescura a esas melodías que ya conocemos.
Los efectos de sonido cumplen su función. Los ruidos de las espadas, los hechizos, los menús y todo lo que ocurre durante las batallas suenan bien, aunque sin destacar demasiado. Si bien en algunos momentos los efectos de sonido ayudan a darle un toque épico a los combates, en general pasan desapercibidos, ya que todo el protagonismo lo tiene la banda sonora.
Además, contamos con doblaje, pudiendo elegir entre las voces en inglés o japonés, y ambas versiones son de buena calidad. Las actuaciones de voz encajan perfectamente, especialmente en las conversaciones entre Lann y Reynn.
Los héroes clásicos de Final Fantasy que aparecen también tienen voces bien interpretadas, lo que les da más vida y personalidad, sobre todo si ya los conoces de otros juegos. Aunque algunos diálogos pueden ser un poco largos, las voces mantienen todo lo suficientemente entretenido.
Cada lugar tiene sus propios sonidos: si estás en un bosque, escucharás los pajaritos y ese sonido relajante de la naturaleza; mientras que en las mazmorras, la atmósfera es más tensa. No son los sonidos más inmersivos o avanzados que haya escuchado, pero están lo suficientemente bien para acompañar la experiencia sin distraerte.
En resumen, el apartado sonoro es, sin duda, uno de los puntos fuertes del juego, sobre todo si tienes cariño a la saga. La música es fantástica, llena de nostalgia y muy bien hecha, y el doblaje añade mucho carisma a los personajes. Los efectos de sonido cumplen, sin destacar demasiado, pero tampoco necesitan ser el centro de atención.
Innovación mezclada con nostalgia
World of Final Fantasy Maxima tiene un par de ideas originales que le dan su propio toque. El sistema de acoplarse con las criaturas es lo más interesante y le añade una capa de estrategia a los combates. La captura de Mirages es una adición divertida, aunque no muy revolucionaria. En general, el juego se apoya más en la nostalgia y el fan service que en intentar cambiar la fórmula de los RPG por turnos.
Es un sistema divertido porque te obliga a pensar en cómo organizas tu equipo. Dependiendo de cómo los coloques, puedes combinar las habilidades y resistencias para hacerte más fuerte en combate. Por ejemplo, si tienes una torre con un monstruo de fuego y uno de agua, puedes equilibrar tus debilidades y hacer ataques más poderosos. Es una mecánica estratégica que le añade un giro diferente al combate por turnos típico de Final Fantasy.
Aunque tiene estos toques nuevos, en general no innova tanto. A nivel de mecánicas de combate, sigue siendo un RPG por turnos bastante clásico, lo cual no está mal, pero no es algo que te haga decir: “¡Wow, esto nunca lo he visto antes!”. En cuanto a la historia y el mundo, tampoco sorprende con giros narrativos inesperados ni conceptos nuevos. Está más hecho para divertirte con mecánicas familiares, pero con un par de añadidos interesantes.
¿Cuánto nos puede durar World of Final Fantasy Maxima?
Si vas directo al grano, es decir, enfocándote solo en lo principal y sin explorar demasiado o hacer misiones secundarias, te puede llevar unas 30-35 horas. Eso está bastante bien para un RPG clásico: no es ni muy corto ni extremadamente largo. Así que, si te enfocas solo en avanzar en la historia, no te tomará demasiado tiempo, pero tampoco es de esos juegos que te pasas en un abrir y cerrar de ojos.
Ahora, si eres de los que no pueden dejar una piedra sin levantar, ahí es donde el juego se alarga. Hay un montón de contenido extra que puedes hacer, como capturar todos los bichos que usas en combate, completar todas las misiones secundarias y desbloquear todo lo que ofrece el juego. En ese caso, fácilmente puedes estirarlo a unas 50-60 horas o incluso más, dependiendo de cuánto te involucres en el sistema de evolución y en las peleas opcionales.
Además, la versión Maxima del juego añade más contenido, como nuevos Mirages, personajes y misiones. Si te dedicas a completar todo lo añadido en esta versión, el juego puede superar fácilmente las 60 horas.
Conclusión:
Aunque el juego tiene muchos aciertos, también hay que decir que no es el más innovador de la serie. A nivel narrativo y de mecánicas, no va a cambiar tu vida ni romper moldes, y en algunos aspectos puede sentirse un poco repetitivo si no disfrutas del sistema de captura o de las misiones secundarias.
Aun así, World of Final Fantasy Maxima es una experiencia entretenida y llena de amor por la franquicia. Si buscas algo ligero, divertido y lleno de nostalgia, este juego es para ti. No es perfecto y no va a revolucionar el mundo de los RPG, pero te ofrecerá muchas horas de diversión y buenos momentos. Así que, si te gusta el estilo, la música y quieres revivir viejos tiempos con un toque nuevo, definitivamente deberías darle una oportunidad. ¡Es un buen viaje por el universo de Final Fantasy!